Almohada cervical: cómo elegir la adecuada

Alivia el dolor de cuello y mejora tu postura con la almohada cervical ideal. Descubre cómo elegir la mejor según tu forma de dormir y tus necesidades de descanso.

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12/18/20255 min leer

Dormir bien empieza con el soporte correcto

¿Te ha pasado que despiertas con dolor en el cuello, rigidez en los hombros o sensación de cansancio a pesar de haber dormido ocho horas?
No siempre la culpa es del colchón… muchas veces el verdadero problema está en la almohada.

La almohada cervical está diseñada para alinear la cabeza, el cuello y la columna vertebral, reduciendo la tensión muscular y evitando malas posturas durante el sueño. Pero elegir la correcta no es tan simple como parece.

En este artículo aprenderás qué es una almohada cervical, sus tipos, beneficios y cómo elegir la ideal según tu postura al dormir y tus necesidades de descanso

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¿Qué es una almohada cervical y para qué sirve?

Una almohada cervical es un tipo de cojín ergonómico que sostiene el cuello en su curvatura natural, ayudando a mantener la alineación entre la cabeza y la columna.

A diferencia de las almohadas tradicionales, no tiene una forma completamente plana. Su diseño —generalmente con una hendidura central y bordes más altos— permite que el cuello se apoye correctamente, evitando que la cabeza caiga hacia adelante o hacia los lados.

Principales beneficios de una almohada cervical

  • Alivia el dolor de cuello y hombros.

  • Previene contracturas musculares.

  • Mejora la postura al dormir.

  • Favorece la circulación sanguínea.

  • Disminuye los ronquidos y mejora la respiración.

En pocas palabras, una buena almohada cervical convierte tus horas de sueño en una verdadera terapia de descanso.

Tipos de almohadas cervicales según su material

No todas las almohadas cervicales son iguales. Los materiales influyen directamente en su comodidad, firmeza y durabilidad. A continuación, te explicamos los más comunes y sus características:

1. Almohadas cervicales de espuma viscoelástica (memory foam)

La espuma viscoelástica o memory foam se adapta al contorno del cuerpo gracias al calor corporal. Este tipo de almohada sostiene el cuello de forma precisa y reduce los puntos de presión.

Ventajas:

  • Se ajusta a la forma del cuello y la cabeza.

  • Ideal para personas con dolores musculares.

  • Durabilidad y soporte constantes.

Desventajas:

  • Puede retener calor (aunque los modelos con gel lo evitan).

Recomendada para quienes buscan soporte firme y sensación envolvente.

2. Almohadas cervicales de látex natural

El látex es un material elástico, fresco y antialérgico. Las almohadas de este tipo mantienen su forma sin hundirse, lo que las hace perfectas para quienes prefieren una sensación más elástica.

Ventajas:

  • Alta transpirabilidad.

  • Material natural y resistente.

  • Gran durabilidad.

Desventajas:

  • Son más costosas.

  • Un poco más firmes que las de espuma.

Perfectas para climas cálidos o personas que transpiran mucho al dormir.

3. Almohadas cervicales de microfibra o fibra siliconada

Estas almohadas son suaves, ligeras y económicas. Aunque no ofrecen el mismo soporte que las viscoelásticas, pueden ser una buena opción para quienes no tienen problemas cervicales graves y buscan una sensación mullida.

Ventajas:

  • Económicas y fáciles de lavar.

  • Muy suaves al tacto.

Desventajas:

  • Pierden forma más rápido.

  • No brindan soporte ortopédico prolongado.

Ideales para jóvenes o personas que buscan suavidad y confort básico.

4. Almohadas cervicales con gel o tecnología de enfriamiento

Combinan espuma viscoelástica con capas de gel refrigerante. Son la elección perfecta para quienes viven en climas calurosos o sufren de sudoración nocturna.

Ventajas:

  • Frescura constante durante la noche.

  • Adaptabilidad sin retener calor.

Desventajas:

  • Precio más alto que el promedio.

Recomendadas para personas calurosas o para zonas tropicales.

Cómo elegir la almohada cervical ideal para ti

La mejor almohada no es la más costosa, sino la que se adapta a tu forma de dormir, complexión y necesidades. Aquí te dejamos una guía práctica:

1. Según tu postura al dormir

Postura Tipo de almohada recomendada Altura ideal

De lado Almohada firme y alta 10 – 13 cm

Boca arriba Almohada media o viscoelástica 8 – 10 cm

Boca abajo Almohada baja y blanda 6 – 8 cm

Si cambias mucho de posición durante la noche, elige una almohada de altura intermedia o adaptable.

2. Considera tu complexión física

  • Personas altas o de espalda ancha: requieren almohadas más altas y firmes.

  • Personas de contextura delgada: deben usar almohadas más bajas o de densidad media.

3. Revisa el nivel de firmeza

La firmeza adecuada evita que el cuello se hunda o quede en tensión. Si tu almohada actual se aplana fácilmente, es momento de cambiarla.

Una almohada demasiado blanda puede causar dolor cervical; una muy dura, rigidez.

4. Apuesta por materiales hipoalergénicos y transpirables

Si sufres de alergias o asma, elige almohadas con fundas removibles y tejidos antiácaros. Los modelos de látex y microfibra siliconada suelen ser los más seguros en este aspecto.

5. No olvides la funda o protector

Usar una funda de algodón o bambú ayuda a mantener la frescura, protege de la humedad y prolonga la vida útil de la almohada cervical.

Ventajas de usar una almohada cervical

Dormir con una almohada cervical trae múltiples beneficios a corto y largo plazo:

  • Previene dolores crónicos de cuello y hombros.

  • Mejora la alineación vertebral.

  • Favorece una respiración fluida al dormir.

  • Reduce el estrés muscular.

  • Promueve un descanso más profundo y reparador.

Incluso puede ayudar a disminuir los ronquidos, al mantener la cabeza en una posición óptima para respirar mejor.

Errores comunes al usar una almohada cervical

Aunque parezca fácil, muchas personas cometen errores que anulan los beneficios de este tipo de almohada.

1. Elegir una altura inadecuada

Una almohada muy alta empuja la cabeza hacia adelante; una muy baja deja el cuello sin soporte.

2. No darle tiempo de adaptación

El cuerpo necesita entre 5 y 7 noches para acostumbrarse a una almohada nueva. No la deseches demasiado pronto.

3. No cambiarla a tiempo

Las almohadas cervicales deben reemplazarse cada 2 a 3 años, ya que con el uso pierden soporte.

4. No lavar o ventilar la almohada

Aunque muchas fundas son removibles, también conviene airearla cada semana para evitar humedad o ácaros.

Preguntas frecuentes sobre almohadas cervicales

¿Qué beneficios tiene usar una almohada cervical?

Ayuda a mantener la columna alineada, alivia el dolor de cuello y mejora la calidad del sueño.

¿Cuánto dura una almohada cervical?

Depende del material, pero en promedio entre 2 y 4 años.

¿Es buena para la cervical rectificada?

Sí. Una almohada cervical firme y ergonómica ayuda a mantener la curvatura natural del cuello, reduciendo molestias.

¿Puedo lavar una almohada cervical viscoelástica?

No debe lavarse directamente. Solo se limpia la funda. La espuma puede deteriorarse con el agua.

¿Dónde puedo comprar una buena almohada cervical?

En tiendas especializadas en descanso o en línea, busca marcas reconocidas que ofrezcan garantía y materiales certificados.

Conclusión: elige soporte, no solo comodidad

Dormir bien no depende solo del colchón. La almohada cervical es el complemento perfecto para mantener tu cuerpo en armonía y despertar sin dolor.

Elegir la adecuada es una inversión en tu salud: piensa en tu postura, en el material y en cómo te gusta dormir.

Dale a tu cuello el descanso que merece. Prueba una almohada cervical ergonómica, descubre tu nivel ideal de soporte y despierta cada día sin molestias. Tu descanso y bienestar lo notarán desde la primera noche.

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